ACTUALIZADO 23 diciembre 2013 / Artículo por Bernardo Carignano
ACTUALIZADO 23 diciembre 2013 / Artículo por Bernardo Carignano
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Después de haber pasado por varias ciudades y haber recorrido Ecuador tierras adentro, ya teníamos muchas ganas de llegar a la costa, disfrutar el mar, comer pescado, hacer surf, tomar un poco de sol, y todas esas cosas tan lindas que tiene la playa.
Así fue que desde Quito, nos tomamos un colectivo directo, hasta la ciudad de Canoa, a la cual llegamos un lunes a las 6am y todavía se veía gente que estaba bailando desde el domingo a la noche. El colectivo lo tomamos desde una terminal dentro de Quito, no muy lejos del hostel, porque habíamos averiguado y el encargado nos comentó de ese colectivo que iba directo.
Por qué Canoa? Por que nos salteamos Esmeraldas, Atacames y Mompiche que estaban en el recorrido planeando ( ver recorrido )?
La historia fue así, obviamente estos destinos en el norte estaban bastante lejos, e ir hasta allá iba a ser muchas horas de viaje, sumado a que después para ir a Montañítas nos quedaba muy lejos. Entonces fue que preguntando nos enteramos que Esmeraldas era muy peligroso y no había mucho para hacer, lo mismo que Atacames, y de Mompiche. De estos dos últimos nos dijeron que eran lindos lugares, pero que en esta época del año ( abril ), no había mucha gente, y que no valía la pena hacer tantos kms para ir hasta allá si no teníamos mucho tiempo, y mas si después ibamos a ir para la zona de Montañitas, asi fue que los dejamos para un próximo viaje quizás.
Canoa era nuestro primer encuentro con la playa, y medio que una parada obligatoria, ya que el viaje de Quito a Montañita, es muy largo como hacerlo de un solo tirón ( una sola vez ). Debo decir que, “Que buena elección habernos dirigido para la playaaaaaaaaaaaaaaa”. Ahora ya es otra cosa, Canoa es bien chiquito, relajado, todo queda cerca, es como empezar las vacaciones dentro de de las vacaciones. Imagínense que llegamos sin nada reservado, caminamos 10 minutos por la calle que bordea la playa, y ahí mismo ya conseguimos lugar para quedarnos esa noche. Y miren lo lejos que estaba de la playa:
En Canoa no había mucho para hacer, y menos en temporada baja, ese día hicimos un poco de playa, caminamos la costa, comimos pescado, miren estas fotos para que se den una idea de como es la playa y a lo que me refiero con lugar chico y tranquilo:
El agua de la playa no vamos a decir que era transparente como en las Gili Islands en Indonesia, pero bastante bien dentro de todo, además el agua re cálida, si bien muchos prefieran agua fría, a mi todavía me gusta que el agua no esté fria ja!
Y ahora obviamente, al estar en la playa, ya se empiezan a ver estos hermosos cartelitos, mas que el cartel, lo lindo es lo que ofrecen ja!:
Y frutas tropicales como estas:
A la noche una de las canadienses que conocimos en el colectivo y que se hospedó en el mismo lugar que nosotros, cantó en el bar de la esquina, asi que fuimos a tomar algo y a aplaudirla un poco. La chica tenía toda la pinta de tener incluso voz gruesa, era muy alta, grandota, yo hubiera dicho que trabajaba en una granja esquilando ovejas, pero de pronto, empezó a cantar y sacó una voz, que nunca hubiera imaginado, escuchenla ustedes mismos:
Al otro día, arriba del colectivo de nuevo, pero ahora iba a ser por mucho menos tiempo, nuestra próxima parada “Puerto Lopez“, a unos 300 kms, que si mal no recuerdo no pudimos llegar directo en un colectivo y tuvimos que hacer una escala. Así que tampoco se crean que 300km equivalen a 3 horas de viaje por autopista, fue un poco mas largo.
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Flor - 5 de mayo 2019 a las 11:41 AM
Hola donde se hospedaron en canoa