ACTUALIZADO 16 diciembre 2022 / Artículo por Bernardo Carignano
ACTUALIZADO 16 diciembre 2022 / Artículo por Bernardo Carignano
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Seguimos completando nuestra Guía Maestra Hungría con mucha info útil para todos los que estén pensando en aplicar, o simplemente quieren viajar a conocer y recorrer este hermoso país.
Hoy compartimos una nueva experiencia de Hungría! Se trata del relato de Lula, una seguidora argentina que se animó a vivir esta aventura!
Esperamos que a ustedes les guste tanto como a nosotros!! No dejen de leerla! 😀
Hola, ¿cómo están? Mi nombre es Lula (@lulartuso), soy una mujer argentina y tengo 25 años, casi 26. Comencé a viajar con 24.
Antes de empezar a viajar alquilaba un departamento en la ciudad de Buenos Aires y tenía un trabajo que amaba. Era docente en la escuela donde había transcurrido toda mi infancia.
Mis sueños eran más fuertes que todo el confort que tenía y decidí ir por ellos.
Luego de leer y leer la página YoMeAnimo! decidí dar la vuelta al mundo y cuando la plata se acabara iría por mi primera visa en Dinamarca.
Así fue que, luego de pasar un año alrededor de Europa y el sudeste asiático, volé con USD 50 en el bolsillo, directamente a Dinamarca.
En mis planes nunca estuvo que conmigo llegaría a Dinamarca el bendito coronavirus. Todas las visas fueron suspendidas, mi única opción en plena pandemia era Hungría. Y siempre sostenida por Workaway.
Sin peros, ni pandemia que me impidieran seguir mis sueños, volé en plena pandemia hacia Budapest, la capital de Hungría.
Aplique a la visa Working Holiday Hungría de forma presencial, sin turno y al mes tuve mi credencial en mano, lista para trabajar.
Al llegar al aeropuerto compré un pack de tickets para el colectivo y con ayuda de Google Maps me tomé un bus hacia el hostal.
Lo que más me impresionó al llegar fue la cantidad de transportes públicos que hay en la ciudad, hay de todos los colores, de todos los estilos y tamaños.
No gasten en taxi, ni bien llegan compren tickets de colectivos y comiencen a moverse! Todo está muy bien señalizado y la espera de un transporte no es mayor a 5 minutos.
En Budapest hay hostels muy baratos y más si llegan fuera de temporada.
Me hospedé en un hostel en la Isla Margarita, uno de los más baratos que encontré en Booking (HUF 2500 por noche, algo así como EUR 7). Muy barato y en una zona hermosa!
Estaba en el medio de una pequeña isla en Budapest, para que se den una idea es como vivir en los bosques de Palermo, en Buenos Aires.
Una semana estuve en la ciudad, donde con el inglés o algunas señas me fue sencillo comunicarme con la gente.
El idioma húngaro fue lo más parecido al chino que escuché! Súper difícil, pero con inglés y señas nada es difícil!
Que el idioma no sea una traba en lo absoluto, hay muchas formas de hacerse entender.
Lo primero que hago al llegar a un país es preguntar en el grupo de Facebook Hungría de YoMeAnimo! si alguien está para juntarse o si hay algún workawayer cerca, para ir a recorrer la ciudad acompañada, ¡aunque siempre en el hostal suelo encontrar buenas compañías!
Luego de la semana vivida en Budapest decidí irme lejos de la ciudad. No suelo disfrutar las ciudades, elijo siempre estar lo más cerca de la naturaleza posible y siento que también alejarse de la ciudad es conocer en profundidad la cultura real de cada país.
Así fue como encontré mi Workaway a unos 25 km de Budapest, en una isla llamada Szentendre-Sziget.
Una experiencia ultra húngara y natural. Casi no me he encontrado turistas. A quien quiera realmente conocer Hungría y su gente nativa, recomiendo profundamente alejarse de la ciudad.
En Szentendre-Sziget, encontré trabajo y luego de un mes pasé a alquilar una habitación en la misma casa donde comencé con Workaway.
El alejarse de la ciudad y vivir con gente local siempre son puertas. La dueña del lugar además de darme un cuarto para alquilar me ayudo a encontrar trabajo.
Siendo docente tuve la suerte de conocer una comunidad Waldorf y poder dar talleres en la escuela.
Actualmente recibo alumnos en casa y les enseño español. Ese es mi trabajo. En muchas escuelas de Hungría los niños aprenden español.
El desafío es enseñar nuestra lengua sin ninguna lengua en común, es posible? ¡Claro que sí! ¡Es maravilloso ver lo rápido que aprenden!
Y acá estoy, sigo en Hungría con toque de queda y todo. Sigan persiguiendo sus sueños, que nada los pare. Si aparecen barreras, coronavirus, pandemia, sigan buscando diferentes estrategias para seguir.
¡Siempre hay opciones para elegir! Todo va a ir bien, solo confíen en ustedes. Hay infinitos viajeros argentinos dando vueltas e infinita gente dispuesta a ayudar.
¡Confíen, vamos que somos un montón y seguimos ruta sin que nada nos pare!
Gracias por leerme, Lula!
Hasta acá llegó la experiencia de Lula! Esperamos que la hayan disfrutado tanto como nosotros!!
Si quieren seguir leyendo experiencias de este país les dejamos “La experiencia de Lucia viviendo y trabajando en Budapest”.
Si tienen alguna consulta, o quieren dejarnos un mensaje, pueden escribirnos un comentario aquí abajo 🙂
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Anita - 14 de enero 2021 a las 12:30 PM
Qué experienciaaa! Gracias por compartila!