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ACTUALIZADO 01 febrero 2022 / Artículo por Bernardo Carignano
ACTUALIZADO 01 febrero 2022 / Artículo por Bernardo Carignano
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Queremos que cada vez sean más los que se atrevan a vivir nuevas aventuras y dejen la rutina. Por eso hoy les compartimos la experiencia de Coni, una yomeanimer chilena que se animó a viajar con la visa Working Holiday Nueva Zelanda.
Su historia es inspiradora: estuvo tres veces en NZ y allí pudo cumplir su sueño de estudiar y trabajar en el exterior.
Los dejamos con su relato.
Hola Mi nombre es Coni, tengo 30 años y soy de Santiago de Chile.
Tiempo atrás tuve la posibilidad de estudiar en Nueva Zelanda y me enamoré de manera incondicional de este gran país. La diversidad cultural, el estilo de vida y sus maravillosos paisajes me cautivaron por completo.
Por eso, mientras trabajaba como editora de una revista de modas chilena, soñaba una y otra vez con volver a este país.
La Working Holiday era mi meta y no iba a descansar hasta conseguirla .
Volví a Nueva Zelanda y la experiencia fue increíble como la primera vez.
Vivir en el campus de la universidad donde había estudiado y reencontrarme con todos mis conocidos fue inolvidable. Al principio me alojó una vieja amiga y de esta manera pude ahorrarme pagar la renta por harto tiempo, a la par que aportaba con otros gastos a la casa.
Por suerte me adapté de manera rápida a los horarios y con el idioma me llevaba bien, así que todo fue sencillo. Sabía inglés desde el colegio y poder expresarme en este idioma me facilitó la vida, pero para ser sincera trabajé con harta gente que solo sabía decir “hello” .
¿Les cuento algo que me gustó mucho? En Auckland todo el mundo andaba sin zapatos y empecé a hacerlo YO también. Ir al supermercado descalza y en pantalón de pijamas era la libertad total!
La vida en Nueva Zelanda es muy tranquila.
Yo viví un tiempo en Mt Albert, Kingsland y también en el CBD, que son zonas muy bien ubicadas. De renta pagaba entre 110 a 150 NZD semanales y la verdad es que ahorraba mucho porque me iba caminando al trabajo o en su defecto usaba el transporte público.
Lo único negativo es que en Auckland la conectividad no es tan buena, pero jamás faltaba el amigo con auto que nos llevaba a conocer los puntos turísticos de la ciudad . Si tuviera que mencionar mis lugares favoritos estos son Queenstown y Cape Reigna, tan diferentes entre sí pero a la vez tan maravillosos.
Tengo que admitir que me quedó mucho pendiente por ver, aunque estoy segura de que no faltará la oportunidad de volver.
¡Trabajé en tantas cosas que ni me acuerdo! Fui vendedora en tiendas de lujo, de medicina natural y de diseño, fui manager y también preparaba jugos y ensaladas. Fui clienta encubierta, profesora de inglés/español y hasta babysitter.
Busqué trabajo caminando por la ciudad y por internet y debo admitir que saber el idioma local me ayudó a conseguir mejores puestos de trabajo. En cuanto al salario, empecé con el sueldo mínimo de aquella época que era de 13,45 y llegué a cobrar hasta 21 NZD la hora. No recuerdo cuanto ahorraba por mes, pero sí que me alcanzaba para todo lo que quería .
Aunque sin dudas lo mejor de la experiencia laboral fue la gente que se cruzó en mi camino. Ya tenía muchos amigos que me había dejado la universidad y conocí muchos más cuando empecé a trabajar.
Cada lugar, cada experiencia y cada persona que conocí.
Esa es mi conclusión: me gustó todo.
TODO ❤️
El “town” es lo más entretenido para salir y lo mejor sin dudas son los clubes latinos y una zona o suburbio llamada Ponsonby. A la hora de descansar, hay unos parques hermosos como Albert Park o Mount Eden y porque no las playas de Mission Bay.
Otra cosa que disfrutaba mucho eran los restaurantes con BYO, que son aquellos en los cuales llevas tu propio vino o cerveza y no es necesario que lo compres en el lugar. Esto es algo que se usa mucho y está genial porque el take away era un problema para el bolsillo.
En cuanto a los mercados, mis favoritos eran el Pack and Save y los asiáticos. Lo único negativo era que no había productos chilenos, entonces solía llevarme manjar, pisco y superochos y los hacía durar lo más posible!
Por suerte ahora se venden productos de mi país en muchos locales!
La recomiendo con los ojos cerrados. Si no es Nueva Zelanda y es otro destino, no hay problema. La experiencia es genial y hay que hacerla al menos una vez en la vida.
Estoy a la espera de la apertura de fronteras de Australia. Tengo una visa aprobada, pero el miedo a quedarme abajo del avión como cuando llegó la pandemia me impiden hablar del destino.
Ya les contaré más adelante cuáles son mis planes viajeros venideros.
Por el momento los aliento a hacer un viaje Working Holiday.
¡No se van a arrepentir!
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Nicolas Vilmer - 9 de junio 2021 a las 8:36 PM
Buenas, saben si ya se puede ingresar a Nueva Zelanda con visa working holiday o hay restricciones todavía? Gracias
Bernardo Carignano - 10 de junio 2021 a las 6:07 PM
Hola Nico! Las fronteras de Nueva Zelanda siguen cerradas. Saludos 🙂
Bernardo Carignano - 10 de junio 2021 a las 12:10 PM
Hola Nicolás! Las fronteras aún continúan cerradas. Ni bien tengamos nueva info, la compartiremos en nuestros canales. Saludos!