Estudiar Inglés en Irlanda: La emocionante experiencia de Jony

Cada vez más son los yomeanimers que están en todo el mundo y nos encanta poder compartir las experiencias de varios de ellos. En esta ocasión les contamos sobre Jony, que es uno de nuestros seguidores que se animó a estudiar inglés en Irlanda y comparte su emocionante historia.

Además de las visas Working Holiday, también existe la posibilidad de viajar a Irlanda  con la visa de estudiante con la que podrán perfeccionar su inglés y a la vez trabajar alrededor de 20 hs semanales para poder solventar sus gastos.

Estudiar y trabajar en Irlanda por Jony

Mi nombre es Jonathan Ini, tengo 24 años y vivo en la ciudad de Buenos Aires y quiero contarles la historia de la mejor decisión que tomé en mi vida, mi inolvidable viaje a Irlanda.

Cuando estaba empezando el último año de la Licenciatura en Administración de Empresas me surgió la oportunidad de trabajar en Western Union. Anteriormente había estado trabajando en una Pyme local, y esta iba a ser mi primera experiencia laboral en una multinacional.

Ya instalado en mi puesto de asistente comercial, terminé la carrera y me ascendieron a Sr Account Executive, así que estaba en el mejor momento de mi vida profesional, en un buen lugar y comenzando a ganar dinero. Ya tenía mi titulo bajo el brazo, trabajaba en una multinacional y en un gran puesto ¡Todo esto con 23 años!

Fue pasando el tiempo, y yo sentía la necesidad de ir por más, tanto en mi capacitación profesional, como así también en lo personal y laboral. Es por eso que empecé a pensar, que más podía hacer de mi vida. Fue ahí cuando un amigo me comentó que le habían ofrecido un interesante plan de estudios y un trabajo en el exterior.

Ese día fue el puntapié inicial para comenzar a interiorizarme, acerca de que se puede vivir una gran experiencia en el exterior, y que esta no es tan difícil como parece.

Estaba seguro de que este viaje iba a ser muy importante y valioso en lo profesional, ya que iba a mejorar notablemente mi inglés.

Irlanda, mi destino ideal

Así que empecé a investigar visitando mil sitios web, hasta que me encontré con “Yo Me Animo y Vos”. En su web pude ver varios destinos y diferentes propuestas e ideas, de repente y en un solo lugar, me encontré con toda la información sobre Irlanda que necesitaba saber.

Me puse en contacto con ellos y comenzaron a hablarme de Irlanda, que era un país que no había tenido en cuenta para la experiencia que estaba buscando vivir. Una vez que me comentaron todos los beneficios que me brindaba Irlanda, ya no me importó ningún otro destino (había averiguado para irme a Estados Unidos, Londres, Australia o Nueva Zelanda).

Pero el motivo principal del por qué Irlanda iba a ser mi destino ideal era que me daba TODO lo que necesitaba; desde facilidad para sacar la visa, ser un país de habla inglesa, tener una gran ubicación para poder viajar por Europa y por supuesto unos paisajes maravillosos.

Después de mil vueltas, supe que ese era mi destino y cuando me quise dar cuenta, ya había hablado con mi familia y mis amigos para comunicarles mi decisión, con mi jefe para decirle que me iba de la empresa y ya estaba rumbo al avión para vivir la mejor experiencia de mi vida.

El momento en que me di cuenta de lo que estaba haciendo

Pero no todo es tan lindo como parece, camino al aeropuerto me llegó un mail desde la aerolínea diciéndome que mi pasaje de Londres a Dublín había sido cancelado por las tormentas de nieve (algo que no pasaba hace más de 30 años en Irlanda). En ese momento me di cuenta realmente de que es lo que estaba haciendo. 

A partir de ahora me esperaban muchas cosas que debía resolver solo, pero mis padres, en el aeropuerto, antes de despedirme me dijeron “quédate tranquilo que todo va a estar bien, confiamos en vos”. Esas palabras me acompañaron a lo largo de mi viaje, el cual superó mis expectativas por completo.

Hello Londres!

Llegué a Londres… Imagínense: estar parado en el medio del aeropuerto, solo, con dos valijas y esperando a que un milagro me diga que mi vuelo iba a salir igual. Obviamente que eso no pasó jaja, pero busqué un hotel cerca del aeropuerto y me fui dos noches hasta que todo se solucionó.

En vez de estar amargado, vi el lado positivo de todo esto. Al día siguiente me fui a pasear por el centro de Gatwick (una ciudad de Londres alejada de todo) un lugar hermoso que, si no me cancelaban el viaje, nunca hubiera visitado.

Pasados los 2 días, pude viajar a Dublín y fue ahí cuando, de una vez por todas, comenzó mi aventura irlandesa.

El comienzo de la aventura irlandesa

Me acuerdo que llegué de noche a la casa donde me estaban esperando, y me recibieron de lujo. Lo más gracioso fue que en ese momento estaba por arrancar el partido de River y no llevaba ni 5 minutos en Dublín, que ya me estaba conectando con mi pasión. Lo bueno fue que, gracias a eso, me hice muy amigo de una argentina y que al día siguiente me hizo conocer Dublín y me ensenó como hacer los caminos desde la casa hasta los lugares más importantes.

No les voy a mentir, la primera noche fue la más difícil…

Finalmente había llegado a mi destino, y fue ahí que me di cuenta de que arrancaba “mi nueva vida”.

Estudiar inglés en Irlanda

Una semana después de haber llegado empezaron las clases, turno mañana, en Delfin school. La escuela de por sí era muy linda y con la particularidad de que todos los profesores (sin importar la nivelación de inglés) eran irlandeses, esto fue de gran ayuda ya que únicamente teníamos que hablar en inglés para poder comunicarnos.

Luego del test nivelatorio, entré a mi nuevo curso y conocí gente de todo el mundo, en una misma clase había coreanos, italianos, franceses, españoles y brasileros. Lo mejor de todo es que pegamos una gran relación entre todos y teníamos en común que habíamos viajado solos a Dublín viviendo la misma experiencia.

Es por eso que, ante cualquier cosa, nos ayudábamos entre nosotros, tanto como para conseguir alojamiento o empleo. Otra buena ventaja de la escuela es que constantemente organizan actividades post curso y era ahí donde me pude relacionar con más gente de otros lugares del mundo.

¿Cómo es vivir en Irlanda?

El tiempo pasaba y ¡llegó el día! St. Patrick’s Day había pintado de verde todo el país. Salí a la calle junto a mis compañeros de la residencia a ver a las carrozas por las calles y obviamente, a visitar a todos los bares de la ciudad, tomando las mejores cervezas.

Una linda imagen que me quedó de ese día fue que estábamos un brasilero, un chileno y yo (argentino), cada uno con la camiseta de su selección, terminando la noche en el famoso Temple Bar.

Búsqueda de Alojamiento en Dublín

Pasado el mes, necesitaba cambiar de alojamiento ya que se me había terminado la reserva y ya no había más lugares disponibles y fue ahí cuando volví a encontrarme con una nueva situación difícil. Pero esta vez, ya no me encontraba solo (como cuando arranqué el viaje), contaba con hermanos de todo el mundo que buscaron hasta el cansancio un lugar donde pueda alojarme.

Esa ayuda que recibí no me la voy a olvidar más. Y gracias a Vinicius, mi nuevo hermano brasilero, pude encontrar un alojamiento ideal, con un costo de EUR 400 (USD 421.11) por mes y que se convertiría en MI CASA.

En mi nuevo hogar vivían 15 personas y, yo compartía mi cuarto con 2 personas más (si antes de viajar me decían que iba a terminar en una casa con 15 personas, no hubiera viajado…)

Mi familia en Irlanda

Estas personas se fueron transformando de a poco en mi familia. La relación que tuvimos no se puede explicar con simples palabras, pero para que se den una idea, juntos nos ayudábamos en todo; desde hacer las compras, cocinar y hasta para cuando uno se sentía mal, nos cuidábamos.

Otro de mis mejores momentos en esta experiencia maravillosa fue en mi cumpleaños. Por casualidad mi tío viajaba por negocios a Londres y me invitó a pasar mi cumple con él (cabe destacar que un pasaje a Londres puede costar EUR 20 (USD 21.06)). Así que fui y volví en el día (como si fuera que fui a pasar el día a una quinta y volver a mi casa como si nada).

Después de mi viaje express, mis compañeros de casa me organizaron un asado de cumpleaños, donde vinieron más de 50 personas de 10 nacionalidades distintas, pero hasta ese entonces no importaba la nacionalidad de cada uno, éramos todos amigos como si nos conociéramos de toda la vida.

Trabajar en Irlanda

Por ahora suena todo muy lindo, pero aún no empecé a contar nada acerca de mi experiencia laboral. Mi idea principal era poder trabajar en una empresa, al igual de como lo hacía en Argentina, pero esto no pudo ser.

Al ser argentino y sabiendo que a los 8 meses tenia que salir sí o sí del país, los trabajos que se pueden conseguir son en un restaurante o un hotel en su mayoría, igualmente conocí gente que trabajó de extra para la serie “Vikings” u otros que trabajaron de seguridad.

Igualmente, dicha experiencia fue interesante ya que, aunque no me lo crean, hasta ser mozo en Irlanda es divertido. Te permite conocer a más gente, seguir relacionándote con personas de todo el mundo y principalmente continuar ampliando el vocabulario en inglés.

Mis primeros empleos

Yo arranqué a trabajar en una pequeña confitería donde tuve que hacer de todo: desde lavar los platos, limpiar los pisos, atender a la gente y hasta hacer café. El dueño era un hombre irlandés y terminamos teniendo una relación de lujo. Se puede decir que hasta me llegó a querer como un hijo, dándome consejos y cuidándome.

También pude trabajar de barman en un bar de primera, donde me encargaba únicamente de las fiestas privadas y por último trabajé en un restaurante italiano comenzando como lava platos y cuando se abrió una posibilidad de ser mozo, al haber mejorado mi inglés, me dieron la posibilidad de cambiar de puesto y ser camarero. ¡Todo esto se sumaba a almuerzos gratis y de buena calidad!

En todas mis experiencias puedo sacar cosas muy positivas donde aprendí distintas cosas y donde seguía conociéndome a mí mismo.

Gracias a todos los empleos que pude conseguir, fui viajando por Europa. Hice un “road trip” dentro de Irlanda y hasta viajé al mundial de Rusia para ver un partido. Para que puedan calcular, mi sueldo por hora era de EUR 9.55 (USD 9.48) (sueldo mínimo) y podía conseguir unos EUR 50 (USD 52.64) al día.

Trabajando 5 días a la semana, ganaba alrededor de EUR 1000 (USD 1,052.79) al mes que me permitieron hacer de todo, ya que mis gastos mensuales eran entre EUR 500 (USD 526.39) o EUR 600 (USD 631.67).

Mis últimos días en Irlanda

Mis días en Irlanda iban terminando, y mirando un poco hacia atrás, fui consciente de que no solo tenía una “nueva familia” sino que, sin darme cuenta, ya me sentía como en casa. Se me hizo muy difícil decirles que me iba y que no sabía cuándo los iba a volver a ver.

Creo que en las últimas 2 semanas tuve una despedida por día. Mis ganas de quedarme eran muy fuertes, pero sabía que tenía que volver, así que luego de mi último adiós (en el aeropuerto) volví de sorpresa a Buenos Aires, sin que nadie lo supiera.

Mi regreso fue hermoso, pude transmitirles a todos que tuve un viaje inolvidable, y que no me arrepiento de haber tomado la decisión más importante de mi vida.

¿Mi consejo?

Yo les recomiendo a todos que intenten vivir lo que yo viví, y que el día de mañana puedan contarle a todo el mundo que pudieron vencer sus miedos, que pudieron viajar solos al otro lado del planeta, que tienen hermanos en todos los lugares del mundo, que aprendieron a amar a una tierra desconocida, y que vivieron la mejor experiencia de sus vidas.

Jony.

Si quieren conocer más experiencias como la de Jony pueden leer también la experiencia de Lucila que se animó a trabajar y  estudiar en Irlanda y luego se quedó con la visa Working Holiday

¿Quieren vivir la misma experiencia que Jony?  Pueden ponerse en contacto con nosotros y los asesoramos en todo lo que necesiten.