Ivanna y Renzo viviendo su experiencia workaway en Francia

Y seguimos sumando más experiencias de chicos que se animaron, dejaron su rutina y decidieron viajar con su Working Holiday a Francia!

Si sos muy nuevo en este mundo de las Working Holiday Visas, y no sabes bien de que se trata, te recomendamos que leas “¿Qué es una Working Holiday visa?“. 

Este es el caso de Ivanna y Renzo, que aplicaron a la working holiday de Francia (VVT) y partieron para Chemille, un pequeño pueblito entre Cholet y Angers para hacer un workaway. Si todavía no sabes que significa, te dejamos el artículo ¿Cómo hacer un workaway en Francia?

A continuación les dejamos la experiencia de los chicos para que puedan ver que nada es imposible y que los sueños se vuelven realidad!

Workaway por Renzo e Ivanna

Llegamos a Francia, y decidimos buscar hacer un workaway. Estábamos entre dos páginas para buscar este tipo de trabajos, una era workaway o worldpackers. Para ambas páginas hay que registrarse y pagar un monto.

Para nosotros, como éramos dos, nos era más conveniente Workaway, debido a que por 38 euros (más la comisión de la tarjeta) nos inscribíamos como pareja, o también podés inscribirte de forma individual. En worldpackers la inscripción es solo individual, y el precio es por separado y nos resultaba más caro.

Para comenzar, buscamos en las publicaciones que eran de “último momento” y que contestaran “rápido”porque necesitábamos la respuesta lo antes posible. Ahí en la página te dice más o menos cuanto tiempo demoran en contestar, cuando están disponibles, y también te dice el tipo de ayuda que necesitan.

Comienza la aventura, comienza el workaway

En la página workaway, nos contactamos con una familia por mail y acordamos llegar al fin de semana siguiente.

El trabajo constaba en la construcción de una casa de paja, trabajando 25 horas a la semana. Teniendo originalmente dos días de descanso, que algunas ocasiones eran hasta tres o cuatro. Ellos sabían hablar español así que la comunicación no era difícil.

Llegamos un día con lluvia, y ellos amablemente nos fueron a buscar a la estación del tren. Pasamos un mes con ellos y creamos una hermosa relación!!

Por las mañanas desayunábamos juntos y desayunábamos con frutas, café, pan recién hecho, mermeladas y demás. Una vez con la panza llena y el corazón contento, arrancaba el trabajo en la construcción de la casa de paja.

A trabajar se ha dicho!

Cuando llegamos sólo estaba el armazón de madera, por lo que comenzamos a colocar la paja desde cero.

El trabajo era, colocar la paja, acomodarla, colocar los clavos en la madera y con ayuda de la plancha de madera, incorporar el cemento. Muy fácil!! Y bueno además de eso, teníamos que hacer de niñeros cuando era necesario.

Almorzábamos juntos, muy raro para nosotros porque su almuerzo comenzaba con una fruta, después el plato principal, después más fruta u otro postre (el que quisieras) y después el café.

En la tarde volvíamos al trabajo, que era siempre igual: paja, clavos, madera, cemento y así hasta formar la pared!! Hasta completar el horario.

Ya después si queríamos cenar con ellos, lo hacíamos sino nos daban nuestro espacio para que lo hiciéramos solos.

Habían reformado una casa vieja, y era ahí donde vivíamos, jamás nos faltó comida, la heladera y la despensa siempre estaban llenas!!

¡Diversión asegurada!

En nuestros días de descanso, nuestros anfitriones organizaban planes para nosotros, nos llenaban de mapas y nos ayudaban a recorrer la zona. Si ellos no podían llevarnos en auto, nos decían como podíamos llegar por medio del tren, siempre buscando la manera más económica.

Hicimos circuitos a pie, otros en bici, esos circuitos que forman en los pueblos están muy bien hechos, porque conoces la zona andando entre viñedos, pueblitos super chiquitos, de repente te encontrás andando dentro de un monte. Siempre siguiendo flechas que indican el camino.

Hicimos kayak, conocimos Angers, Chalonnes, Chemillie. Nuestra anfitriona buscó incansablemente la manera para que pudiéramos ir a conocer el Parque Temático más impresionante del mundo, Puy du Fou.

Por medio del tren hasta Cholet y Bla Bla car después, llegamos al parque Puy du Fou y quedamos tan encantados como ellos!! (Se dice que no tiene mucha publicidad y no se conoce mucho del parque, pero es impresionante!)

Además hacíamos picnic , nos llevaban a las casas de sus amigos, se referían a nosotros como “mis amigos uruguayos” con los habitantes del pueblo. Y era muy divertido como los demás intentaban hablar español con nosotros!!!

Un mes, tiempo suficiente

También hay que mencionar que los fines de semana trabajábamos, (porque era cuando ellos no trabajaban) y descansábamos martes, miércoles, y en ocasiones jueves, y hasta viernes si queríamos, pero nosotros pedíamos para ayudarlos de todas formas (para no abusar). Los fines de semana siempre siempre, iban amigos a ayudar en la construcción por lo que el trabajo se hacía aún más fácil.

Un mes fue tiempo suficiente para conocernos, fomentar la confianza y tenernos afecto. Ellos aprendieron más del español, y nosotros más del francés, intercambiamos nuestras costumbres, aprendimos muchas cosas, conocimos lugares que capaz, a uno si no le dicen, por sí solo no los descubrís, nos ayudaron absolutamente en todo lo que estuvo a su alcance.

Sólo queda decir que para nosotros esa experiencia fue INCREÍBLE, fue una familia encantadora. Y volveríamos a hacerlo otra vez sin dudarlo.

Esa fue nuestra primera experiencia, y la de la familia que nos recibió también, nunca habían recibido woofing como ellos les dicen. Por lo que la experiencia fue grata para ambas partes!!

Tuvimos que dejarlos porque el tiempo que habíamos establecido se había terminado, pero ellos plantearon la posibilidad de que nos quedáramos si así lo quisiéramos, pero queríamos volver a la ciudad para buscar trabajo.

Esperamos que les sirva de ayuda, esta fue nuestra experiencia!! Claro que puede haber otras mejores, o no tan gratificantes pero te sirven para la parte del mundo que elijas!!

Si aún no te animás a viajar y trabajar por el mundo, entonces te dejamos más experiencias como la de Gabrielle en París para que podás ver que no es para nada imposible 😉