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Qué ver en Irlanda: 17 mejores lugares para visitar

ACTUALIZADO 26 agosto 2024 / Artículo por Bernardo Carignano

ACTUALIZADO 26 agosto 2024 / Artículo por Bernardo Carignano

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17 lugares para conocer en Irlanda

Cada vez son más las personas que deciden emigrar a Irlanda o simplemente hacer una visita turística. Es que, además de su gran calidad de vida, su seguridad, su hospitalidad con los extranjeros y sus amplias oportunidades laborales, este país ofrece hermosos paisajes y destinos imperdibles. Si están en Irlanda o tienen pensado viajar, en este artículo van a poder encontrar los 17 mejores lugares para conocer.

Acantilados, penínsulas, castillos, islas desérticas, parques nacionales con lagos y montañas, edificaciones antiguas, ciudades repletas de historia, formaciones naturales que parecen salidas de un cuento e incluso misteriosas construcciones más antiguas que las pirámides de Egipto. En Irlanda van a poder disfrutar de todo eso y muchísimo más!

1. Dublín

La ciudad de Dublín, ubicada en la costa este, es la capital de Irlanda. Al caminar por sus calles, pueden sentir la esencia de siglos de historia reflejada en cada rincón, desde el majestuoso Castillo de Dublín hasta la famosa Catedral de San Patricio. Además, la ciudad alberga el Trinity College, la universidad más antigua de Irlanda, que resguarda el famoso Libro de Kells, una joya del arte medieval.

Sin embargo, no todo tiene que ver con su encanto histórico. Es que también ofrece la modernidad y las comodidades de una gran ciudad. Pueden disfrutar de una pinta de cerveza en el icónico barrio de Temple Bar, conocido por sus bares y música en vivo, o explorar el Mercado de Comida de George’s Street Arcade, ideal para conocer la gastronomía local. Otros planes recomendados incluyen un paseo por el Parque St. Stephen’s Green o un recorrido por el Museo Nacional de Irlanda.

2. Acantilados de Moher

Los Acantilados de Moher son, sin duda, uno de los destinos más emblemáticos de Irlanda. Con una extensión de aproximadamente 8 kilómetros a lo largo de la costa del Atlántico, alcanzan una altura máxima de 214 metros, lo que ofrece vistas panorámicas impresionantes. En días despejados sin nubes, es posible divisar las Islas Aran y las montañas de Connemara. Por todo esto, es un destino ideal para los amantes de las fotografías.

Además de sus vistas espectaculares, los Acantilados de Moher son un refugio para la biodiversidad, dado que albergan diversas especies de aves marinas como frailecillos, alcas y gaviotas. Los visitantes pueden recorrer los senderos que serpentean a lo largo de los acantilados y terminar la jornada en el centro de visitantes, donde se puede aprender más sobre la geología, fauna y la historia de este lugar icónico.

3. Península de Dingle

La Península de Dingle es un rincón de Irlanda donde el tiempo parece haberse detenido. Este lugar ofrece a los visitantes un paisaje de ensueño que combina montañas y playas. En ese sentido, se destaca el imponente Monte Brandon, que con 952 metros es uno de los picos más altos de Irlanda, domina la península y ofrece rutas de senderismo con vistas espectaculares del océano Atlántico.

Este destino no solo brinda hermosas vistas, sino también sitios donde la cultura se mantiene viva. En sus pequeños pueblos, aún se habla gaélico y se preservan tradiciones centenarias. Los visitantes pueden disfrutar de la música tradicional en los bares o explorar sitios históricos como el Oratorio de Gallarus, una iglesia de piedra que data del siglo VII.

Dingle, la única ciudad en la península, es famosa por su vida marina, especialmente por su animal más popular: un delfín llamado Fungie, que desapareció en 2020 tras pasar 37 años en soledad en esa localidad y que se convirtió en un símbolo para la comunidad.

4. Newgrange

Newgrange, ubicado en el condado de Meath, es uno de los sitios arqueológicos más importantes de Irlanda, famoso por su tumba de paso que data de más de 5000 años. Este monumento es anterior a las pirámides de Egipto y Stonehenge, y su construcción deja en evidencia una impresionante habilidad en ingeniería y astronomía. Es que está perfectamente alineado con el solsticio de invierno. Durante este evento, la luz del sol penetra en la cámara central a través de un pequeño tragaluz, iluminando el espacio interior durante unos minutos.

La estructura de Newgrange está compuesta por un montículo de césped y piedras que cubren un pasaje estrecho que conduce a una cámara central, donde se cree que se realizaban rituales funerarios. Además de su asombrosa arquitectura, Newgrange está rodeado de un paisaje con colinas que ofrecen vistas panorámicas del valle del Boyne.

5. Cork

Cork, la segunda ciudad más grande de Irlanda, fue fundada por vikingos en el siglo VI y es conocida como la “Capital Rebelde” debido a su papel en la Guerra de Independencia de Irlanda. Cuenta con una gran variedad de museos, como el Museo de Cork y la Crawford Art Gallery, donde los visitantes pueden sumergirse en el patrimonio cultural de la región. En tanto, uno de los puntos más emblemáticos es la Catedral de San Finbar, una majestuosa estructura que mezcla el estilo gótico con elementos neogóticos.

También es famosa por su oferta culinaria y tiene como gran atractivo el Mercado Inglés, uno de los más antiguos de Europa. Además, durante los paseos por la calle St. Patrick’s, a lo largo del río Lee, se puede descubrir la arquitectura georgiana que caracteriza a este destino. También atrae turistas por sus eventos internacionales, como el Festival de Jazz de Cork y el Festival de Cine de Cork.

6. Galway

Situada en la costa oeste de Irlanda, Galway es famosa por sus coloridas calles empedradas, llenas de tiendas de artesanía, galerías de arte y bares que ofrecen música tradicional en vivo. Es un reconocido punto de encuentro para artistas y músicos, lo que ha llevado a que sea conocida como la “Capital Cultural de Irlanda”.

La Catedral de Galway, una de las últimas catedrales de piedra construidas en Europa, se completó en 1965 y es conocida por su impresionante cúpula y vidrieras. Se trata de una visita obligada, al igual que el Arco Español, un vestigio de la muralla medieval de la ciudad. Para aquellos interesados en la historia marítima, el Museo de la Ciudad de Galway ofrece una fascinante visión del pasado de esta ciudad portuaria.

7. Killarney

Killarney es una pequeña ciudad ubicada en el suroeste de Irlanda, conocida por su proximidad al Parque Nacional de Killarney, uno de los lugares más hermosos del país que combina lagos, montañas y extensos bosques que se extienden a lo largo de más de 10.000 hectáreas. También alberga el Ross Castle, un castillo del siglo XV que se encuentra a orillas del Lago Leane. Asimismo, se destaca la Muckross House and Gardens, una impresionante mansión victoriana rodeada de jardines formales y exuberantes.

Además de explorar el parque, Killarney es un excelente punto de partida para recorrer el famoso Anillo de Kerry, una ruta escénica que rodea la península de Iveragh y que ofrece vistas impresionantes del océano Atlántico, montañas y valles. En todo Killarney se pueden encontrar opciones para realizar actividades como senderismo, ciclismo, paseos en caballo e incluso deportes acuáticos. 

8. Skellig Michael

Skellig Michael es una pequeña y escarpada isla a 12 kilómetros de la costa del condado de Kerry. Este antiguo monasterio cristiano, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, fue fundado en el siglo VI y es uno de los ejemplos más remotos y mejor conservados de la arquitectura monástica en Europa. La isla se compone de dos cimas gemelas conectadas por una escalera de piedra que conduce a las celdas monásticas, donde los monjes vivieron en aislamiento espiritual durante siglos.

Visitar Skellig Michael es una experiencia única y desafiante. El viaje en barco hacia la isla puede ser duro y la subida por los 618 escalones de piedra es empinada y sin barandas, pero la meta hace que valga la pena. Desde la cumbre, los visitantes pueden disfrutar de vistas impresionantes del Atlántico y la costa irlandesa. Además, esta isla ganó fama mundial por haber sido escenario en las películas de “Star Wars”.

9. Anillo de Kerry

El Anillo de Kerry es una de las rutas escénicas más famosas de Irlanda, dado que office un recorrido de 179 kilómetros que atraviesa paisajes en la península de Iveragh, en el suroeste del país. Este trayecto circular permite a los visitantes explorar una gran variedad de entornos, desde playas y montañas nevadas hasta lagos y valles. Entre los puntos destacados se encuentran el Parque Nacional de Killarney, el Fuerte de Staigue y el mirador de Ladies View, que ofrece una vista panorámica del valle de Killarney.

Además del atractivo visual, el Anillo de Kerry también brinda un viaje cultural por la Irlanda rural. A lo largo del camino, los visitantes pueden detenerse en pequeños pueblos como Kenmare y Sneem, donde la hospitalidad local y las tradiciones irlandesas se mantienen vivas. Además, el recorrido ofrece oportunidades para practicar actividades al aire libre, como senderismo en los montes Macgillycuddy’s Reeks o paseos en barco en la Bahía de Dingle, donde es posible avistar delfines y explorar las islas cercanas.

Anillo de Kerry Irlanda

10. Islas Aran

Las Islas Aran, situadas en la costa occidental de Irlanda, son un archipiélago compuesto por tres islas principales: Inis Meain (Inishmaan), Inis Mór (Inishmore) e Inis Oírr (Inisheer). La mayor de ellas, Inis Mór, alberga uno de los sitios arqueológicos más importantes de Irlanda: Dún Aonghasa, un fuerte prehistórico de la Edad de Hierro construido en lo alto de un acantilado. En tanto, Inis Oírr es ideal para quienes buscan un escape tranquilo, con playas arenosas y vistas panorámicas del Atlántico.

Los visitantes pueden explorar las islas en bicicleta o a pie, descubriendo ruinas antiguas, iglesias medievales y playas solitarias. Además, las Islas Aran son uno de los últimos bastiones donde aún se habla el gaélico irlandés como lengua principal, lo que brinda a los visitantes una oportunidad única de experimentar la auténtica cultura irlandesa.

11. Belfast

Belfast, la capital de Irlanda del Norte, es una ciudad que ha experimentado un notable renacimiento en las últimas décadas. El Titanic Belfast, un museo interactivo que cuenta la historia del barco más famoso del mundo, ofrece una experiencia inmersiva que transporta a los visitantes a principios del siglo XX. Además, los Murales de Belfast, que adornan los muros, tienen una gran connotación política y evidencian el pasado turbulento de esa región. 

El centro de Belfast está lleno de vida, con una escena gastronómica en auge, mercados como St. George’s Market y una gran oferta cultural que incluye teatros, galerías de arte y música en vivo. La ciudad es también un excelente punto de partida para explorar la famosa Ruta Costera de Antrim, que incluye atracciones naturales como la Calzada del Gigante, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

12. Península de Inishowen

La Península de Inishowen, en el condado de Donegal, es la más grande de Irlanda y ofrece una combinación única de montañas, playas desiertas y pequeños pueblos. Uno de los puntos más emblemáticos es el Fort Grianán de Aileach, una fortaleza circular de piedra que data del siglo VI y que brinda vistas espectaculares de la bahía de Lough Swilly.

Inishowen también es conocida por ser uno de los mejores lugares de Irlanda para avistar la aurora boreal, gracias a su ubicación en la punta norte del país. Los visitantes pueden disfrutar de una experiencia inolvidable al ver las luces en el cielo nocturno, especialmente durante los meses de invierno. 

13. Parque Nacional de las Montañas de Wicklow

El Parque Nacional de las Montañas de Wicklow es un paraíso natural a tan solo una hora en coche de Dublín que ofrece a los visitantes un escape perfecto de la vida urbana. Abarca más de 20.000 hectáreas de montañas, bosques y lagos, perfectos para los amantes de la naturaleza y el aire libre. Uno de los lugares más destacados dentro de este parque es el Valle de Glendalough, hogar de un antiguo monasterio fundado en el siglo VI por San Kevin.

Las Montañas de Wicklow son un lugar ideal para practicar senderismo, con rutas que van desde paseos tranquilos alrededor de los lagos hasta desafiantes ascensos a picos como el Monte Lugnaquilla, el más alto de la región. Los turistas también pueden explorar antiguos caminos militares construidos por los británicos en el siglo XIX.

14. Cashel

Cashel, en el condado de Tipperary, es un pueblo cargado de historia que tiene como gran atractivo la Roca de Cashel, un impresionante conjunto de edificios medievales que se alza sobre una colina. Este sitio histórico incluye una catedral gótica, una torre redonda y una capilla románica, que son testigos imborrables de la arquitectura y la historia de Irlanda desde la Edad Media.

La Roca de Cashel no solo es un lugar de gran valor histórico, sino también un símbolo del poder eclesiástico en Irlanda. Según la leyenda, fue aquí donde San Patricio convirtió al rey de Munster al cristianismo en el siglo V. Además, desde la cima de la colina, los visitantes pueden disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes de la llanura de Tipperary, un paisaje rural que ha permanecido prácticamente inalterado durante siglos. 

15. Valle de Glendalough

El Valle de Glendalough, situado en el corazón del Parque Nacional de las Montañas de Wicklow, es un lugar que combina historia, naturaleza y espiritualidad. Este destino es famoso por su monasterio fundado en el siglo VI por San Kevin, cuyos restos incluyen una torre, varias iglesias y una cruz celta. Es un punto importante de peregrinación, que recibe cada año a cientos de viajeros.

Además de su importancia histórica, Glendalough es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza. Los senderos que serpentean por el valle permiten explorar rincones que parecen sacados de un cuento, como las cascadas Poulanass y las vistas panorámicas desde el Spinc Ridge

16. Parque Nacional de Connemara

El Parque Nacional de Connemara, en el condado de Galway, es un lugar donde la naturaleza irlandesa se muestra en su forma más pura y salvaje. Este parque abarca más de 2.000 hectáreas de montañas, pantanos y bosques, desde la costa atlántica hasta los picos de los Doce Bens

El parque también alberga una rica biodiversidad, que incluye especies raras de plantas y animales. Por último, un recorrido por Connemara no estaría completo sin una visita a la Abadía de Kylemore, un impresionante edificio neogótico rodeado de jardines victorianos que es uno de los principales atractivos de la región.

17. La Calzada del Gigante

La Calzada del Gigante, ubicada en la costa norte de Irlanda del Norte fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y, se caracteriza por sus más de 40.000 columnas de basalto hexagonales que se extienden hacia el mar y que se originaron tras el enfriamiento de lava hace 60 millones de años. 

Según la mitología irlandesa, estas columnas fueron construidas por el gigante Finn McCool para cruzar el mar hacia Escocia y enfrentarse a su rival, Benandonner. Los visitantes pueden caminar por las formaciones rocosas y explorar las diferentes secciones como el “Órgano” y la “Silla del Deseo”, así como también disfrutar de las espectaculares vistas del Atlántico desde los acantilados cercanos

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Trabajar en Irlanda

En caso de querer trabajar de manera legal, una de las opciones más populares es la Working Holiday visa Irlanda, que los habilita a permanecer en el país durante 12 meses y viajar libremente por los países que conforman el espacio Schengen. Una vez que les aprueban la visa, pueden tramitar su tarjeta de residencia (IRP).

Algunos de los requisitos para poder solicitar este visado son: tener pasaporte argentino, tener entre 18 y 35 años, contratar un seguro médico y contra accidentes, no contar con antecedentes penales y demostrar suficientes fondos (EUR 1500 con pasaje de vuelta o EUR 3000 sin él).

En tanto, existen visas de trabajo, pero que tienen requisitos muy exigentes. En la página oficial del Servicio de Inmigración de Irlanda, van a poder encontrar todas las alternativas: 

  • Employment visa: les permite vivir en Irlanda cuando ya tienen una oferta de trabajo de un empleador irlandés. No necesitan haber firmado el contrato de trabajo, sino tener un acuerdo. 
  • Employmen Scientific Researcher Visa: está destinado para aquellos que quieran trabajar como investigadores. Con esta visa no van a poder realizar ninguna otra actividad laboral. 
  • Employment Van der Elst visa: pueden aplicar quienes ya trabajan en un país de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo. En este caso, tienen que conseguir que su empleador los traslade a una sede de la compañía en Irlanda.  

Estudiar en Irlanda

Como la Working Holiday Irlanda es una de las visas más demandadas, los cupos disponibles cada año se terminan muy rápido. Sin embargo, si no pudieron postularse, no se preocupen! 

Otra buena opción es la visa de estudiante para Irlanda: no hay límite de edad, se puede aplicar en cualquier momento del año y permite trabajar de manera part-time durante el tiempo cursado. 

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