Que ver en Nueva Zelanda: Cosas que hacer

ACTUALIZADO 21 marzo 2025 / Artículo por YoMeAnimo!

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Nueva Zelanda es uno de los destinos más populares, ya sea para viajeros que quieren pasar vacaciones o aquellos que tienen planes a largo plazo. Es que este país lo tiene todo: lugares imperdibles para hacer turismo, un clima agradable, oportunidades laborales y una excelente calidad de vida. 

Para aquellos que tengan en mente un viaje, ya sea una breve visita o con el objetivo de vivir en Nueva Zelanda, les traemos 20 sitios que no pueden dejar de conocer: desde glaciares y cuevas subterráneas, hasta playas paradisíacas y senderos con vistas inolvidables. Además, al final del artículo, van a encontrar las mejores opciones para emigrar a Nueva Zelanda, con los diferentes visados y sus requisitos. 

20 cosas para ver en Nueva Zelanda: lugares para visitar

1- Bahía de las Islas (Bay of Islands): playas paradisíacas y fauna marina

Si de destinos costeros en Nueva Zelanda de trata, uno de los infaltables para visitar es La Bahía de las Islas, donde van a poder encontrar playas de aguas tranquilas. Ubicada en la Isla Norte, a unas tres horas en auto desde Auckland, cuenta con más de 140 islas que conforman un verdadero paraíso.

Una de las recomendaciones es hacer un tour en barco para poder recorrer varias de estas islas e incluso desembarcar en playas paradisíacas, así como también observar animales como delfines y, según la temporada, ballenas que migran. Además, pueden realizar varios deportes acuáticos: desde kayak hasta esnórquel. 

En cuanto al clima, los meses de verano (diciembre a febrero) suelen ser los más cálidos y secos, ideales para disfrutar del mar y las playas. Sin embargo, la primavera y el otoño tienen temperaturas agradables, con la ventaja de que no hay tantos turistas. 

2- Parque Nacional Tongariro: actividades para expertos y principiantes

El Parque Nacional Tongariro, en la zona central de la Isla Norte, es uno de los más antiguos de Nueva Zelanda y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Allí van a poder encontrar volcanes activos, lagos con aguas de colores que pocas veces vieron y paisajes ideales para sacar fotos.

Una de las actividades más populares es el Tongariro Alpine Crossing, un sendero de aproximadamente 19,4 kilómetros que atraviesa cráteres volcánicos, lagunas turquesas como el Emerald Lake y zonas geotérmicas llenas de vapor. Les aconsejamos hacerlo entre noviembre y abril, cuando las condiciones climáticas son más estables y el recorrido resulta menos exigente.

Otro gran desafíointeresante es ascender al Monte Ngauruhoe o al Monte Ruapehu. Sin embargo, aquellos que quieran actividades menos complicadas, ideales para toda la familia, pueden explorar rutas más cortas como el Taranaki Falls Track, entre cascadas y bosques nativos.

3- Rotorua: el epicentro de la actividad geotérmica

Rotorua es la capital geotérmica de la Isla Norte. Allí van a poder observar géiseres, aguas termales y piletas de lodo burbujeante, todo en medio de un fuerte olor a azufre en el aire. Además, es un lugar muy vinculado con la cultura maorí, originaria de Nueva Zelanda. En tanto, hay muchos senderos para hacer trekking o ciclismo de montaña, y luego descansar en las piletas termales. 

Entre los lugares que tiene que visitar sin dudarlo se encuentra el Valle de Te Puia, donde se encuentra el famoso géiser Pohutu, que puede entrar en erupción hasta 20 veces al día alcanzar alturas de hasta 30 metros. También pueden explorar Wai-O-Tapu, un parque geotérmico donde encontrarán la Champange Pool, una pileta de colores intensos formada por minerales y compuestos químicos.

El clima de Rotorua es templado durante gran parte del año, aunque los veranos (diciembre a febrero) suelen ser los meses más elegidos por los turistas. Si prefieren mayor tranquilidad, el otoño es una excelente opción con temperaturas agradables y una menor cantidad de visitantes. 

4- Napier, en la bahía de Hawke: la reconstrucción tras un gran terremoto

Napier Nueva Zelanda

Napier, en la región de Hawke’s Bay en la Isla Norte, es famosa por su arquitectura Art Déco y por estar rodeada de viñedos que producen algunos de los mejores vinos de Nueva Zelanda, especialmente tintos como el Merlot y el Cabernet Sauvignon. 

La ciudad fue casi totalmente reconstruida en estilo Art Déco después de un gran terremoto en 1931, por lo que caminar por sus calles es como retroceder en el tiempo. Les sugerimos visitar el centro durante el Art Déco Festival (generalmente en febrero), cuando la gente usa vestimenta de los años 30 y se realizan desfiles de autos clásicos.

En cuanto a la bahía de Hawke, el clima es muy soleado, ideales para los viñedos. Hay varias bodegas abiertas al público donde podrán degustar productos locales. Fuera de la ciudad, encontrarán sitios como Te Mata Peak, un mirador con vistas panorámicas de la región, y Cape Kidnappers, donde hay una las colonias de alcatraces más grandes del mundo.

5- Auckland, la Ciudad de las Velas

Auckland es la ciudad más grande de Nueva Zelanda. Con un puerto increíble y decenas de bahías alrededor, es conocida por el apodo de “Ciudad de las Velas” debido a la gran cantidad de veleros que navegan en sus aguas. Les aconsejamos visitar el Viaduct Harbour, donde hay cafeterías y restaurantes con vistas al mar, y subir a la Sky Tower para disfrutar de una vista panorámica de 360° de la ciudad.

El clima en Auckland es suave todo el año, aunque en verano las temperaturas pueden rondar los 25 °C, perfectas para pasear por playas como Mission Bay o Takapuna. Además, no se pueden perder un recorrido gastronómico por los mercadillos de fin de semana o por el barrio de Ponsonby.

Para aquellos que disfrutan de la historia, una para obligada es el Museo de Auckland, donde aprenderán sobre la historia maorí y la colonización europea. Si tienen tiempo libre, les sugerimos tomar un ferry a Devonport o a la isla de Rangitoto, un volcán inactivo con senderos que conducen a su cráter.

6- Península de Coromandel: para cavar tu propia pileta termal

La Península de Coromandel, ubicada al este de Auckland, alberga playas, bosques nativos y pueblos costeros. Una de sus atracciones más conocidas es la Hot Water Beach, donde, con la marea baja, pueden cavar su propia pileta termal en la arena y relajarse con aguas calientes que brotan del subsuelo. Antes de eso, tienen que verificar los horarios de la marea, dado que esa actividad solo se puede hacer en un rango de dos horas.

Otro lugar que tienen que visistar es Cathedral Cove, un arco natural de roca a través del que se ve una playa de arena blanca y aguas transparentes. Para llegar, pueden caminar alrededor de 30 minutos por un sendero con vistas de la costa o contratar un kayak tour.

El clima de la zona suele ser templado, por lo que es agradable visitarla en primavera o verano. Si prefieren evitar a los turistas, el otoño también ofrece días soleados. Además de las playas, la península cuenta con bosques donde pueden practicar senderismo, especialmente en los alrededores de la cordillera Coromandel.

7- Queenstown, la capital de la aventura

Queenstown Nueva Zelanda

Queenstown, en la Isla Sur, tiene la fama de ser la capital mundial de la aventura y no es para menos: allí está la cuna del bungee jumping y una gran variedad de actividades extremas como paracaidismo, rafting y paseos en jet boat por el río Shotover

Rodeada por las montañas Remarkables y el lago Wakatipu, esta localidad ofrece paisajes que cambian radicalmente según la estación. En invierno (junio a agosto), la nieve cubre los picos y convierte el lugar en un destino de esquí muy popular, mientras que en verano se pueden hacer deportes acuáticos en el lago y senderismo por los alrededores.

De todas maneras, también hay opciones para quienes prefieren relajarse. Entre las alternativas, les recomendamos contratar un crucero por el lago Wakatipu. En cualquier época del año, Queenstown es una parada obligada.

8- Glaciares Fox y Franz Josef

En la costa oeste de la Isla Sur se encuentran los glaciares Fox y Franz Josef, dos de los pocos glaciares del mundo que descienden hasta zonas boscosas cerca del nivel del mar. Una opción es participar de caminatas guiadas que los llevan hasta la cara frontal del hielo. Para quienes desean una experiencia más completa, puede contratar un helitrekking: un recorrido en helicóptero que aterriza en la parte superior del glaciar para explorar cuevas de hielo. 

El clima en la costa oeste puede ser muy lluvioso, especialmente entre mayo y septiembre. Sin embargo, incluso en verano es recomendable llevar ropa abrigada e impermeable, ya que las temperaturas en las alturas pueden ser mucho más bajas.

Además de las caminatas sobre el hielo, en los alrededores hay senderos por bosques. Otro punto para visitar es el Lago Matheson, famoso por reflejar en días despejados la silueta del Aoraki/Mount Cook, la montaña más alta del país.

9- Isla Blanca (White Island): un volcán marino activo

La Isla Blanca, o Whakaari en maorí, es un volcán marino activo ubicado a unos 50 kilómetros de la costa de la Bahía de Plenty, en la Isla Norte. Aunque en los últimos años se implementaron restricciones por la actividad volcánica, sigue siendo uno de los lugares más atractivos de Nueva Zelanda. 

Llegar hasta allí implica un viaje en barco o helicóptero para ver de cerca cráteres humeantes y aguas ácidas de color verde. Antes de planificar una visita deben informarse bien sobre la seguridad y la normativa actual, ya que las condiciones pueden cambiar de temporada a temporada

En días despejados, durante el viaje en barco van a tener la posibilidad de ver delfines o aves marinas. Si finalmente deciden no desembarcar, muchas compañías ofrecen paseos en helicóptero para ver el cráter desde el aire.

10- Cuevas Glowworm de Waitomo: pasajes subterráneos con insectos luminosos

Las Cuevas de Waitomo, en la región de Waikato de la Isla Norte, albergan en sus pasadizos subterráneos, a los que se accede en bote o buceando, miles de glowworms, pequeños insectos que emiten luz de tono azulado que ilumina esos pasadizos completamente a oscuras. 

Además de la cueva principal, hay opciones de como el “black water rafting”, que consiste en descender por los ríos subterráneos en flotadores. Es una experiencia perfecta para los amantes de la adrenalina y las actividades diferentes.

El clima exterior de Waitomo suele ser templado, pero dentro de las cuevas hace frío y la humedad es alta, por lo que se recomienda llevar abrigo y calzado adecuado. Les sugerimos reservar con antelación, especialmente en temporada alta, ya que la demanda de tours puede ser elevada. 

11- Parque Nacional Abel Tasman: el más pequeño, pero no menos importante

El Parque Nacional Abel Tasman, ubicado en la región de Tasman en la Isla Sur, es el más pequeño de los parques nacionales de Nueva Zelanda. Sin embargo, no por su tamaño es menos importante. Es que allí se pueden encontrar increíbles caminos costeros y varias de las mejores playas del país. 

Si lo visitan, una gran alternativa es dedicarle parte de la planificación a la Abel Tasman Coast Track, la ruta más popular del lugar: está conformada por unos 60 kilómetros que bordean playas escondidas y bahías perfectas para nadar. Incluso pueden acamar en zonas habilitadas con vista al mar para continuar con el resto al día siguiente. 

La mejor época para visitar el parque suele ser desde mediados de la primavera hasta finales del verano, cuando las temperaturas son más agradables y las lluvias menos frecuentes. No obstante, el otoño también puede ser una buena opción, con menos turistas. Es importante reservar con anticipación los campamentos o cabañas, sobre todo en temporada alta.

12- Kaikoura: una experiencia marina inolvidable

Kaikoura, en la costa este de la Isla Sur, es famosa por su vida marina. Entre sus múltiples atractivos, se destaca la posibilidad de observar ballenas durante todo el año, en especial cachalotes que se acercan a estas aguas para alimentarse. Sin embargo, eso no es todo: también se pueden ver delfines oscuros, orcas y focas que descansan en las rocas de la costa.

Algunas de las experiencias más elegidas por los turistas incluyen los tours en barco y, para quienes están dispuestos a pagar un poco más de dinero, vuelos en helicóptero o avioneta para ver todo desde el aire. El clima en Kaikoura suele ser templado, aunque en los inviernos puede haber temperaturas bajas y algunas tormentas. 

Además, en esta población es muy famosa su gastronomía local, especialmente sus mariscos. Sin ir más lejos, su nombre en maorí significa “comer langosta”. Por eso, está repleto de bares y restaurantes en la costa que ofrecen platos típicos mientras se tienen hermosas vistas al mar. 

13- Piha, la playa de los leones rocosos

Piha es una de las playas más icónicas de la costa oeste de la Isla Norte. Gran parte de su fama se la debe a Lion Rock, una inemnsa formación rocosa que surge de la arena negra con forma de león. Subir a la cima para ver tener una vista panorámica es una actividad infaltable, aunque hay que prestar atención a la señalización porque los accesos pueden estar cerrados según el momento. 

Este destino también es muy popular entre surfistas, especialmente para los más experimentados, dado que hay fuertes corrientes y olas inmensas del Mar de Tasmania. 

En la zona también se pueden encontrar senderos costeros y bosques nativos llenos de vegetación. Una de las caminatas más recomendadas es la que lleva hasta Kitekite Falls, una cascada de varios niveles rodeada de helechos gigantes en medio de un entorno selvático. 

14- Muriwai Beach, una playa increíble muy cerca de Auckland 

Playa Muriwai

Para aquellos que visitan Auckland, les recomendamos guardarse un día para ir a Muriwai Beach, una playa ubicada a solo 40 minutos de la ciudad. Se trata de un verdadero tesoro en la costa oeste de la Isla Norte, con arenas volcánicas negras y acantilados

Otro de los grandes atractivos de esta playa es la colonia de alcatraces que anidan en los acantilados. Existen una serie de plataformas de observación señalizadas desde las que podrán ver a estas aves gigantes planear sobre el océano y cuidar de sus huevos en la temporada de cría, que suele ir de agosto a marzo. 

El clima en esta zona puede ser ventoso, así que es buena idea llevar una campera incluso en verano. También es aconsejable llevar calzado, dado que la arena volcánica puede calentarse mucho en días de mucho sol. A quienes les gusta la adrenalina, pueden hacer parapente y kitesurf. 

15- Matapouri, un rincón paradisíaco en Northland casi sin turistas

Matapouri, en la región de Northland en la Isla Norte, es popular por sus playas prácticamente paradisíacas. Al ser un destino mucho menos concurrido que otras zonas turísticas, brinda la posibilidad relajarse evitando las grandes multitudes. 

Les aconsejamos visitar las Mermaid Pools, unas piletas naturales que se forman entre las rocas y donde se puede nadar cuando la marea lo permite. Sin embargo, deben consultar las condiciones del mar y ser muy cuidadosos, ya que las olas pueden ser peligrosas al subir la marea.

El clima en Northland suele ser agradable la mayor parte del año, con veranos cálidos ideales para actividades acuáticas. Si viajan en invierno, encontrarán un ambiente incluso más tranquilo.

16- Lago Taupo y Huka Falls

El Lago Taupo, ubicado en la Isla Norte, es el lago más grande de Nueva Zelanda y se formó a partir del cráter de un volcán extinto. Este destino es ideal para quienes buscan hacer diferentes actividades al aire libre y disfrutar de paisajes inolvidables. 

Les recomendamos comenzar con un paseo en barco para observar las famosas tallas maoríes en roca, ubicadas en la bahía de Mine. Además, pueden practicar pesca de trucha. El clima de la zona suele ser templado, con veranos cálidos en los que se puede nadar en el lago o caminar por senderos cercanos. 

A poca distancia se encuentran las Huka Falls, un conjunto de rápidos y cascadas formadas por el río Waikato. Para acercarse, hay varios miradores y puentes, aunque quienes busquen una experiencia más emocionante pueden elegir un paseo en jet boat.

17- Parque Nacional Aoraki: Mount Cook, la montaña más alta de Nueva Zelanda

En el Parque Nacional Aoraki/Mount Cook, situado en el centro de la Isla Sur, van a poder encontrar la montaña más alta de Nueva Zelanda: el Aoraki/Mount Cook, que se tiene la cima a los 3724 metros sobre el nivel del mar

Una buena idea es realizar la Hooker Valley Track, un sendero relativamente sencillo que ofrece vistas impresionantes del Monte Cook y que pasa por puentes colgantes, ríos glaciares y espacios repletos de flores en primavera.

Por otro lado, los más aventureros y experimentados puede adentrarse en las rutas de alpinismo o contrata un tour de heli-hiking para explorar zonas remotas del glaciar Tasman, el más extenso del país.

18- Isla Waiheke, una isla paradisíaca en la bahía de Auckland

Isla Waiheke

La isla Waiheke, situada a apenas 40 minutos en ferry desde el centro de Auckland, es un destino imperdible para quienes buscan una escapada rápida de la ciudad rumbo a playas tranquilas y bodegas importantes.

Tiene apenas 92 kilómetros cuadrados y está rodeada de aguas turquesas. Allí viven apenas 9000 personas, aunque decenas de turistas la visitan cada día y participan de los tours guiados, que incluyen catas de vino en viñedos con vistas al mar.

Si el clima lo permite, pueden disfrutar de playas como Oneroa, Onetangi o Palm Beach. En cambio, si está nublado, pueden aprovechar para recorrer los mercados de artesanos y galerías de arte. También hay opciones para aventureros, con tirolesa y senderos costeros de diferentes dificultades. 

19- Punakaiki y los Pancake Rocks

Punakaiki es un pequeño pueblo costero en el oeste de la Isla Sur. Es famoso por los Pancake Rocks, formaciones de roca caliza que se parecen a pilas de panqueques apilados. Estas extrañas capas se han formado durante millones de años a partir de la acumulación y compactación de restos marinos.

Les sugerimos explorar el sendero que recorre la zona y cuenta con miradores para observar estos acantilados y chimeneas marinas, que en días de marea alta o con fuerte oleaje expulsan chorros de agua hacia el cielo a través de grietas en la roca.

El clima en la costa oeste de Nueva Zelanda puede ser lluvioso, por lo que es fundamental llevar impermeable y calzado antideslizante, especialmente si planean acercarse a zonas rocosas. 

20- Los Catlins: naturaleza sin turistas

Los Catlins son una región situada en la costa sureste de la Isla Sur. Allí van a poder encontrar desde playas solitarias hasta bosques para explorar. Este destino es mucho menos explorado que otros de Nueva Zelanda, por lo que resulta perfecto para quienes buscan un contacto más cercano con la naturaleza, sin tantos turistas. 

Muchas de las personas que visitan esta zona recorren la Southern Scenic Route, que recorre pueblos costeros y parajes como Curio Bay, donde es posible avistar pingüinos de ojo amarillo y explorar un bosque petrificado de millones de años de antigüedad.

Otro punto imprescindible es la Catedral Caves, un conjunto de cuevas marinas accesibles solo durante la marea baja. También pueden visitar la cascada Purakaunui Falls, uno de los paisajes más reconocidos del sur de Nueva Zelanda. 

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Conocer Nueva Zelanda

Working Holiday Nueva Zelanda

Una de las principales ventajas de Nueva Zelanda es lo sencillo que resulta incorporarse al mercado laboral. Según las experiencias de quienes ya han vivido en el país, casi nadie tarda más de 2 o 3 semanas en conseguir un puesto de trabajo, ya que existe una gran cantidad de ofertas en diversos sectores.

Para poder trabajar allí, es indispensable contar con una visa que lo permita: puede ser una Visa Working Holiday, una Visa de Trabajo (Work Visa) o incluso una Visa de Estudiante. En la mayoría de los trabajos temporales, suelen abonar el salario mínimo de NZD 22.70 por hora (alrededor de USD 14.50). No obstante, si acceden a cargos profesionales en Nueva Zelanda, el sueldo puede elevarse hasta los NZD 30 (unos USD 19) la hora o incluso más.

Estudiar en Nueva Zelanda

La idea de estudiar en Nueva Zelanda atrae a alumnos de todo el mundo, ya que el país se distingue por sus numerosas ventajas: alta calidad académica, prestigiosas instituciones y una gran variedad de programas y cursos.Para cursar estudios en este destino, es necesario solicitar alguna de las diferentes visas disponibles, como la Working Holiday o la Visa de Estudiante. Incluso una Visa de Turista resulta válida para participar en programas de hasta 3 meses de duración. Si bien no autoriza a trabajar, sí permite realizar estudios durante ese período.

En definitiva, Nueva Zelanda es un destino que combina paisajes impresionantes, experiencias inolvidables y una calidad de vida envidiable. Desde playas paradisíacas hasta montañas imponentes, pasando por ciudades y rincones llenos de historia y cultura, este país tiene algo para cada tipo de viajero.

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